jueves, 31 de enero de 2019


DOCTRINA



1 Timoteo 4:16 dice: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. La palabra doctrina viene, según Vine, del griego didaskalia (διδασκαλία): aquello que es enseñado o en una forma más sencilla es enseñanza.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA DOCTRINA?

1) Nos salvaremos a nosotros mismos y a los que nos oyeren (1Timoteo 4:16)
2) Para que no seamos engañados ni seamos fluctuantes (Efesios 4:14)
3) “…para presentar defensa… ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15)
4) Para que “… contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3)

¿SE PUEDE TENER FE SIN ESTAR EN LA FE?

Fe en Dios (Hebreos 11:1) del griego pistis (πίστις) cuyo significado es persuasión, dar crédito, convicción de la veracidad de Dios, seguridad y creer, es diferente a la expresión “LA FE” pues significa, en otros pasajes bíblicos aquello que es creído, la doctrina o enseñanza ( 2 Corintios 13:5; Romanos 1:5; Gálatas 1:23)

Podemos recibir muchas cosas por medio de la fe en Dios tales como sanidades, liberación, bendiciones materiales, etc.; sin embargo eso no quiere decir que estamos en la doctrina establecido por nuestro señor Jesucristo. Es imposible enseñar acerca de la Biblia sin enseñar doctrina, es el fundamento de toda enseñanza y predicación. La Biblia expresa: “…retened la doctrina que habéis aprendido…” (2 Tesalonicenses 2:15) Muchos dicen yo estoy firme en la doctrina que he aprendido, pero ¿será que la doctrina que han aprendido es la verdadera? 

TIEMPO DE ESCUCHAR LA SANA DOCTRINA

2 Timoteo 4:3 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias.” SANA DOCTRINA es la enseñanza de la palabra de Dios en pureza y verdad sin error o tinieblas. Si la doctrina es sana estaremos sanos espiritualmente. Vendrá un tiempo en el cual no se enseñara la sana doctrina, pero HOY ES TIEMPO DE ESCUCHARLA.

Hebreos 13:8 dice: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”, es decir que la palabra de Dios no cambia, es eterna e inmutable en su naturaleza; con ella “TE SALVARÁS A TI MISMO Y A LOS QUE TE OYEREN” (1Timoteo 4:16.



“Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre”.
(Hechos 15:19-20).

La Palabra de Dios enseña que los miembros de la Iglesia Cristiana deben abstenerse de ingerir sangre (Hechos 15:19-20). La restricción de comer sangre, fue dada por Dios desde que le permitió al hombre alimentarse de carne, se mantuvo cuando se estableció la ley de Moisés, y fue ratificada para este tiempo (o dispensación) de la gracia.

Tan pronto como pasó el diluvio, Dios le permitió al hombre alimentarse de todo lo que se mueve o vive, lo que según el contexto corresponde a toda planta y animal. Sin embargo, también prohibió a los hombres consumir sangre, estableciendo este mandamiento como un recordatorio de que Dios es el dador de la vida, como un testimonio de que la vida proviene de Dios. La sangre es testimonio de la vida, pues contiene el oxígeno y los demás nutrientes necesarios para mantener vivas a las células. Dios les dijo: “El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis” (Génesis 9:2-4).

En el tiempo de la Ley, Dios impuso unas restricciones más estrictas sobre el pueblo de Israel, al prohibirles consumir la carne de ciertos animales que se catalogaron como inmundos o sucios, tales como el camello, el conejo, el cerdo, todo animal acuático que no tuviere aletas o escamas, toda ave de carroña, todo reptil que se arrastra sobre la tierra, etc. (Levítico 11). Así, Dios les dio una ley acerca de las bestias, y las aves, y todo ser viviente que se mueve en las aguas, y todo animal que se arrastra sobre la tierra, para que ellos hicieran diferencia entre los animales que podían y no podían comer (Levítico 11:46-47).

No obstante, para la dispensación de la Ley, Dios mantuvo intacto el mandamiento de no ingerir sangre, a fin de que en ese tiempo el hombre también recordara que la vida proviene de Dios. Por eso les dijo: “Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás la vida juntamente con su carne. No la comerás; en tierra la derramarás como agua. No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto ante los ojos de Jehová” (Deuteronomio 12:23-25)

Cualquiera que en el tiempo de la Ley comiera sangre, estaba desafiando a Dios, por lo cual Dios pondría su rostro contra él, y tenía que ser cortado del pueblo. “Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias. Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona será cortada de entre su pueblo” (Levítico 7:26-27). Mientras tanto, todo aquel que observara dicho mandamiento, estaría haciendo lo recto ante los ojos de Jehová, y le iría bien a él y a su descendencia después de él. Aún más, Dios les enseña que les ha dado la sangre de ciertos animales limpios para expiación, a fin de borrar sus culpas por medio de los sacrificios, pues la sangre contiene vida y la vida proviene de Dios.

“Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo. Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros comerá sangre. Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, que cazare animal o ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado. (Levítico 17:10-14).

Cuando la Iglesia Cristiana fue establecida, sus primeros miembros fueron todos judíos o prosélitos judíos. Mientras que la Iglesia estuvo constituida exclusivamente por judíos, todos ellos se abstuvieron del consumo de la carne de los animales que eran considerados inmundos por la ley de Moisés (Hechos 10:9-16). Sin embargo, cuando a la Iglesia entraron personas de origen gentil (es decir no judíos), que estaban acostumbrados a comer carne de animales que la Ley consideraba inmundos, los líderes de la Iglesia se reunieron en Jerusalén a fin de pedir la dirección de Dios, para saber entre otras cosas, qué alimentos estarían permitidos para el pueblo de Dios durante el tiempo de la gracia (o de la Iglesia).

Jacobo, lleno del Espíritu Santo, dijo: “Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos… de ahogado y de sangre” (Hechos 15:19-20). Se puede apreciar claramente que para el tiempo de la gracia, Dios permitió consumir la carne de cualquier animal y cualquier alimento que no hubiere sido ofrecido a los ídolos, pero continuó con el mandamiento de no consumir sangre, a fin de que cada uno de los miembros de la Iglesia, recuerde y mantenga el testimonio de que la vida proviene solo de nuestro Dios y que es un regalo de Dios. La abstención de comer lo ahogado, tiene el mismo sentido de no consumir sangre. Generalmente, cuando un animal muere ahogado, la sangre permanece en ese animal, y entonces cualquier persona que coma esa carne también estará comiendo sangre, desobedeciendo el mandamiento de Dios. Esa es la razón por la cual no se debe comer un animal que murió ahogado.

La restricción bíblica de comer sangre, no tiene nada que ver con la transfusión de sangre, que es la “operación por medio de la cual se hace pasar directa o indirectamente la sangre o plasma sanguíneo de las arterias o venas de un individuo a las arterias o venas de otro, indicada especialmente para reemplazar la sangre perdida por hemorragia”. [1] La transfusión de sangre, no es científica ni bíblicamente lo mismo que comer sangre. Cuando se come un alimento, este deja de conservar su composición original, pues el organismo lo descompone para poder digerirlo a través del proceso del metabolismo. O sea que el alimento que se come, se transforma en el sistema digestivo, en sustancias que puedan ser asimilables por el organismo. Mientras tanto, la sangre que se recibe a través de una transfusión, sigue siendo sangre y no se descompone en otras sustancias, por lo cual no podemos decir que es digerida en el sistema circulatorio. La sangre que se come, sufre una transformación en el aparato digestivo, pero cuando se hace una transfusión de sangre, esta sigue siendo sangre, así que la diferencia es grande. El propio Dios Creador está tan de acuerdo con las transfusiones de sangre, que él mismo las estableció cuando quiso que las madres pasaran la sangre a sus fetos por un medio intravenoso conocido como el cordón umbilical, para mantenerlos con vida.

En conclusión, es evidente que la prohibición de comer sangre en cualquier forma, ha sido una ley inmutable de Dios a través de los siglos. Todas las veces que un miembro de la Iglesia se abstiene de comer sangre, está reconociendo la soberanía de Dios, y está dando testimonio que la vida proviene únicamente de Dios.



 ¡PARA VIVIR EN VICTORIA ES NECESARIO UNA VIDA DE ORACIÓN!



Todos hemos escuchado ese hermoso canto de Oscar Medina, cuya letra dice "El poder del cristiano está en la oración", y es una realidad; sin embargo a veces descuidados ese tiempo de oración en nuestra vida espiritual. Para iniciar con este estudio se importante entender ¿Qué es la oración?


¿QUÉ ES LA ORACIÓN?

Quizás hemos escuchado varios conceptos sobre lo que es la oración, pero en esta ocasión nos limitaremos a decir que la oración es uno de los más grandes privilegios que podemos tener para comunicarnos con nuestro Dios. Es un agradecimiento, necesidad, o deseos que ofrecemos a nuestro Dios en fe, con una súplica o petición realizada conforme a las enseñanzas de la palabra de Dios que tienen que ver con la oración.

LA ORACIÓN DEBE SER PARTE DE LA VIDA CRISTIANA 


Nada mejor que algunas escrituras para demostrar esta gran verdad para nosotros:

a) "También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar" (Lucas 18:1)

b) "Orad sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17)

c) "Más el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración" (1 Pedro 4:7)

d) "La oración eficaz del justo puede mucho" (Santiago 5:16)

e) "Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros..." (Colosenses 4:2-3)

f) Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda" (1 Timoteo 2:8)

Como podemos notar hay muchas porciones de la escritura que nos hablan de la necesidad y el deber que tenemos como cristianos de orar. Jesucristo nos dio un ejemplo y, por lo tanto, debemos también seguir su ejemplo.

PETICIONES QUE DEBEMOS HACER EN NUESTRA ORACIÓN


En nuestra oración hay un sin número de peticiones que podemos realizar, sin embargo hay ciertas peticiones especiales que se nos pide en la escritura que no debemos de olvidar a la hora de elevar nuestros ruegos a Dios.

a) "...Orad unos por otros, para que seáis sanados..." (Santiago 5:16)

b) "...que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad"(1 Timoteo 2: 1-2)

c) "...Orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mateo 5:44)

d) "Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del hijo del hombre" (Lucas 21:36)

e) "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil (Mateo 26:41)

f) "Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interprtarla" (1 Corintios 14:13)

g) "Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies" (Mateo 9:38)

En los versículos citados anteriormente encontramos razones específicas por las cuáles debemos orar. Si a nuestras necesidades personales añadimos estas otras peticiones, tendremos bastantes motivos para mantener una vida de oración.

¿CUÁL ES EL ALCANCE ESPIRITUAL QUE TIENE LA ORACIÓN?


Solamente mediante el poder de la oración podemos penetrar ciertas áreas espirituales para poder escalar a otros niveles en nuestra vida y relación con Dios. La práctica de esta disciplina de oración y la perseverancia nos llevará a obtener un gran alcance espiritual de aquellas promesas de nuestro Dios para su iglesia.

a) La armadura de Dios está a nuestro alcance pero no puede ser apropiada si la oración no ha sido parte de nuestra vida ya que es mediante la oración que aprendemos a caminar en el Espíritu y dominar nuestra carne, "pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas" (2 Corintios 10:3-4)

b) La oración nos permite alcanzar el trono de la gracia y obtener gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4:14-16; 10:19-22).

c) Al estar en constante oración, podemos decir que estamos buscando primeramente el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33)

d) La Biblia dice que una de las cosas que hacía Cornelio era  que "...oraba a Dios siempre" (Hechos 10:2), razón por la cual, podemos decir que la oración trae revelación y salvación a nuestras vidas. El apóstol Pedro fue enviado a Cornelio como resultado de su perseverancia en la oración.

e) La oración tiene un inmenso alcance en nuestra vida espiritual, a tal punto que, podemos orar en lenguas desconocidas. Pablo dice: "...pues si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora...", y luego dice: "...oraré con el espíritu, pero también con el entendimiento..." (1Corintios 14:14-15). Se puede apreciar el alcance que tiene la oración en nuestra vida en este versículo ya que como dice la escritura "...el que habla en lengua extraña, a sí  mismo se edifica..." (1Corintios 14:4). No toda oración se hace de esta forma, pero que bueno es saber el alcance del poder de nuestra oración.

f) Una forma de presentar nuestro cuerpo en sacrificio vivo delante de nuestro Dios es también mediante la oración en nuestros servicios. Uno de los servicios más importantes debe ser el culto de oración (Romanos 12:1-2)

EL PODER DE LA ORACIÓN 

En la Biblia podemos ver como Dios escucha las oraciones, responde la súplica de su pueblo y se mueve con poder para dar una respuesta a la necesidad o petición planteada. El maravilloso poder de la oración es inexplicable. Por lo menos seiscientas cincuenta oraciones están registradas en la escritura, sirviendo de ejemplo para nosotros hoy en día.

1) Josué pidió "...Sol detente en Gabaón; y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró..." (Josué 10:12-13

2) Sansón oro para obtener nuevamente fuerzas y vengarse de los filisteos y Dios se lo concedió (Jueces 16:28)

3) La oración de Ana por un hijo, a pesar de ser estéril, Dios le concedió su petición porque hay poder en una oración de fe (1 Samuel 1:10)

4) La poderosa oración de Elías en el monte Carmelo es otro ejemplo del poder de la oración para el pueblo de Dios (1 Reyes 18: 37-38)

5) La oración de Jonás dentro del pez, provocó la respuesta de Dios para sacarlo de allí (Jonás 2:1)

6) La oración trae sanidad a los enfermos (Santiago 5:13-16)

7) La oración santifica nuestros alimentos (1 Timoteo 4:4-5)

8) Abre prisiones (Hechos 12:1-9; 16:25-26)

9) Puede prolongar la vida (Isaías 38:1-8)

En fin, podríamos continuar la lista sobre el poder de la oración, pero con los ejemplos enumerados anteriormente, tenemos suficiente como para estar seguros del poder de una oración eficaz. Un último ejemplo que podríamos mencionar es que "Elías era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió en la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto" (Santiago 5: 16-18).

Cuando oramos a Dios con fe, creyendo en la gracia y misericordia de Dios, tarde o temprano Dios hará grandes cosas, porque la oración eficaz del justo puede mucho. Recordemos que los grandes avivamientos registrados en la escritura iniciaron con hombres o mujeres que oraron con fe, con una gran pasión y determinación.

Cuando Elías oró en el monte Carmelo (1 Reyes 18:37-38), fue porque sentía carga por la obra y el pueblo de Dios. De igual manera el poder de la oración se manifestará en medio de su iglesia cuando comencemos a orar como Elías, sintiendo carga por la iglesia. Podríamos orar para que Dios nos use, pero algunos piden esto solo para ser admirados. Es mejor orar para que Dios se manifieste en su iglesia y si él quiere usarnos también lo hará, pero oremos primero por las cargas de la obra de Dios.


EL PODER DE LA ORACIÓN CUANDO LA REFORZAMOS CON OTROS ELEMENTOS DE NUESTRA VIDA CRISTIANA


La oración y la obediencia

Es algo indispensable, ya que de lo contrario serían destruido los resultados que deseamos obtener. Así que, si queremos que nuestras oraciones sean contestadas, debemos estar en obediencia.

La oración y la fe.

Cuando hay duda, aunque tengamos una oración sincera, puede tornarse ineficaz. Recordemos que es la oración de fe, la que salva al enfermo (Santiago 5:14-18), es decir, que la fe es un ingrediente esencial si queremos ver el poder de la oración y sus resultados en nuestra vida.

La oración y la perseverancia 

Podríamos orar, pero si no hay persistencia o perseverancia en ello, podríamos estar reduciendo la posibilidad de que Dios responda nuestra petición ya que no hay persistencia en lo que pedimos.

La oración y el ayuno

Ayunar es un poderoso complemento para obtener respuesta de parte de nuestro Dios, e incluso, algunas cosas son logradas cuando estas dos prácticas cristianas son usadas simultáneamente en nuestras vidas (Mateo 17:21).

La importunidad en la oración

La importunidad es algo muy importante para cuando buscamos una respuesta de parte de nuestro Dios. Importunidad significa una persistencia sin vergüenza al pedir o demandar algo. Importunar es ser molesto, molestar con peticiones o demandas, pedir con urgencia.

Jesucristo dijo en una de sus parábolas "...por su importunidad... le dará todo lo que necesite" (Lucas 11:8). También en la parábola de la viuda persistente (Lucas 18:1-8), se nos enseña este principio de la importunidad en la oración.

OBSTÁCULOS EN LA ORACIÓN

Por último es importante mencionar algunos obstáculos que podemos tener en la oración, los cuales tienen que ser removidos de nuestra vida para persistir y perseverar en la oración hasta que venga la respuesta de nuestro Dios.

Malas relaciones entre esposo y esposa

En 1 Pedro 3:7 dice "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo", es decir, que la contención, discusiones, peleas, y falta de armonía afecta de alguna forma nuestras oraciones delante de Dios. Pueden nacer resentimientos, raíz de amargura, entre otras cosas, que pueden afectar nuestra relación con Dios.

Pecado

Si estamos involucrados en prácticas pecaminosas, debemos arrepentirnos para buscar la respuesta de Dios en nuestras oraciones y podamos ver el poder de Dios en nuestras vidas, familia e iglesia.

Motivos impropios


Cuando alguien ora para ser visto por los demás, estamos hablando de motivos impropios. "Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu padre que está en secreto; y tu padre que ve en lo secreto te recompensará en público" (Mateo 6:6).

Cuando nuestra petición no es conforme a la voluntad de Dios

Cuando pedimos cosas contrarias a la voluntad de Dios, por lo tanto, debemos considerar siempre, al hacer una petición, la palabra de Dios y el plan de Dios. Siempre nuestras oraciones deben ser en la voluntad de Dios y no en la nuestra y dentro del contexto de lo que nos enseña la palabra de Dios.

Podríamos seguir mencionando más obstáculos, tales como, titubear, incredulidad, no perdonar, no usar el nombre de Jesús, no pedir o pedir mal, ser desobedientes, ingratitud, falta de poder con Dios, entre otros; pero lo importante es evitar estos obstáculos y lograr realizar una oración de poder. El poder de la oración será eficaz en nuestras vidas y podremos ver la gloria de Dios.


CUATRO PUNTOS QUE ABRIRÁN ESA PUERTA DE PECADO DE FORNICACIÓN 





¿Por que la mayoría de nuestra juventud está cayendo en la fornicación hoy en día?. Esta es una de las preguntas que muchos se hacen, ya que cada vez se oye más a menudo que una joven salió embarazada o que un joven de nuestra congregación cayó en fornicación, lo cual crea unas estadísticas alarmantes.

La palabra de Dios dice "los jóvenes flaquean y caen pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansaran; caminarán, y no se fatigarán" (Isaías 40:30-31) ¿Por qué esa flaqueza? ¿Por qué está cayendo?. Cada día que pasa se está haciendo más común y la sociedad lo acepta más, y ya no es algo tan sorprendente o vergonzoso como antes; pero nosotros somos la sal de la tierra y no debemos dejarnos llevar por las corrientes de este mundo.

CUATRO PUNTOS QUE ABRIRÁN ESA PUERTA DE PECADO DE FORNICACIÓN 


PRIMER PUNTO: EL JOVEN NO ESTÁ FIRME ESPIRITUALMENTE

Si el joven no busca de Dios con todo su corazón y no tiene una relación íntima con Dios, está en el peligro de poner a su novio (a) en primer lugar y se preocupa más de como agradar a su pareja antes que a Dios. Si el joven no está firme espiritualmente, aunque vaya a la iglesia y busque de Dios, su entrega será para su pareja y no para Dios. Cuando no hay una relación fuerte y una vida consagrada con Dios, es más fácil caer en tentación.

SEGUNDO PUNTO: EL JOVEN PONE SU CONFIANZA EN SU ENAMORADO

Cuando está triste, confundido, o necesita hablar con alguien a la primera persona que corre es a él o ella, y a veces no busca la guía de Dios. Le deja saber todas sus angustias y cargas, y confía que esa persona está allí para ayudarlo (a). Debe haber confianza, sí, pero toda tu confianza debe estar primeramente en Dios. El joven confía plenamente en su enamorado y piensa que nunca le va a fallar y que siempre estarán juntos. Un novio (a) solo es humano y Dios es el único que nunca te va a fallar.

TERCER PUNTO: CREER QUE ESO NO LES VA A PASAR A ELLOS

Los jóvenes creen que ellos se pueden controlar y poner sus propios límites, pero no piensan que en un momento pueden bajar la guardia y dejarse llevar por el instante y caer. Sin darse cuenta son envueltos en la fábula de la invencibilidad, creyendo que ellos son diferentes y que no caerán como los demás. Como humanos todos podemos caer, nuestra mejor armadura es no ponernos en una situación que facilite caer en la tentación.

CUARTO PUNTO: TEMOR A PERDERLO (A) O QUE SE ABURRAN DE TI

Como seres humanos somos sensibles al contacto físico y es parte de nuestra naturaleza el querer sentir un toque físico. Si los dos jóvenes que son novios no tiene una vida consagrada con Dios, uno de los dos o los dos van a empezar a buscar el contacto físico. Tal vez al principio uno de los dos dirá que no, pero poco a poco puede ir cediendo porque piensa que no va a llegar lejos porque tiene miedo que su pareja lo deje o busque otra persona, y porque una vez que lo prueba le empieza a gustar.

Estos cuatro puntos mencionados están interconectados y abren la puerta a la fornicación. La Biblia nos enseña que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19) y que Dios vendrá por una iglesia pura, santa y sin mancha. Joven, ¿estás preparado?. Es muy fácil caer en la tentación ya que el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar. El diablo no pierde oportunidad y quiere que tu caigas. Jovencita tú eres una joya preciosa con mucho valor; no dejes que nadie ponga sus manos sobre tu cuerpo y te manche. Tú eres valiosa, date el valor que mereces. No seas como las demás muchachas, haz la diferencia en la vida de ese joven. Joven que la muchacha sea la que venga a tí, no es una excusa; huye como lo José lo hizo.

JOVEN DÍ NO A LA FORNICACIÓN

¡Jóvenes despertemos! Nosotros somos los que tenemos que ser luz en este mundo. Es hora de ponernos de pie y resplandecer y no ser parte de las estadísticas alarmantes de jóvenes cristianos que caen en fornicación. ¡Sí se puede! aún en este siglo XXI hay jóvenes que no hemos caído y si tú ya caíste, levántate y no peques más.

Tal vez se te haga difícil esperar hasta el matrimonio y quieras andar como los demás jóvenes, pero recuerda "El amor es sufrido, es benigno, no hace nada indebido, no busca lo suyo, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta" (1 Corintios 13: 4-7). No solo leas la palabra de Dios sino medita en ella, créela y vívela. Es preferible que sufras un tiempo sujetando la carne, a que sufras muchos años pagando las consecuencias de tus errores.

TODO TIENE SU TIEMPO


Todo tiene su tiempo, espera el tuyo. Si te escondes y no quieres que los demás sepan lo que haces, entonces estás haciendo cosas indebidas. Si tu pareja te dice que no están haciendo nada malo o que ustedes no van a llegar tan lejos, no consientas. Un poco de levadura leuda toda la masa y poco a poco van a ir perdiendo el temo, llegarán más lejos y se enfriarán más espiritualmente. Joven si tienes novio (a) y le estas fallando a Dios es esta área, detente y has un compromiso con Dios y contigo mismo de mantener tu mente y cuerpo puro y santo para él. Si tu vestidura se ha manchado, Dios la puede limpiar.

Joven, el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Entrégale tu vida por completo a Dios, él es el único que nunca falla. Recuerda que Dios viene por una iglesia pura y sin mancha. ¿Estás listo? ¡Joven dí no a la fornicación!.