jueves, 16 de mayo de 2019



TODO SE LO DEBO A EL









Muchos piensan que desde que uno cree en Jesucristo se recibe el Espíritu Santo, usando como texto para su fundamento Efesios 1:13, el cual dice: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de nuestra salvación, y habiendo creído en él fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”; sin embargo nos damos cuenta, por la misma escritura, que en realidad esta interpretación no es correcta ya que en el libro de los Hechos se nos enseña lo contrario.

(Si gustas también puedes leer: ¿Es Necesario Recibir El Espíritu Santo?)

En Hechos capítulo 8: 4-12 se nos narra acerca de la predicación de Felipe en la ciudad de Samaria. Se nos dice que  “…la gente, unánime, escuchaba atentamente… OYENDO Y VIENDO LAS SEÑALES QUE HACÍA porque de muchos que tenían espíritus inmundos salían estos dando grandes voces (LIBERACIÓN), y muchos paralíticos y cojos eran sanados (MILAGROS Y SANIDADES); …había GRAN GOZO en aquella ciudad… pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, SE BAUTIZABAN hombres y mujeres”.  


Podemos resumir que la gente oía, escuchaba y creía (como dice Efesios 1:13), había liberación, milagros, sanidades y aún se bautizaron; pero había un problema, aún con todo, NO HABÍAN RECIBIDO EL ESPÍRITU SANTO y enviaron a Pedro y a Juan para que oraran por ellos “… para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún NO HABIA DESCENDIDO SOBRE NINGUNO DE ELLOS, sino que SOLAMENTE HABÍAN SIDO BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DE JESÚS”(v15-16)

Por lo antes expuesto, podemos afirmar que una persona puede experimentar lo mismo que los Samaritanos e incluso bautizarse, pero también es probable que no reciba el Espíritu Santo al igual que ellos, pero ¿cómo es que Felipe se dabacuenta que no tenían el Espíritu Santo?, esta pregunta es importante pues el método o la forma en que Felipe se daba cuenta es la misma para nuestros días.

¿CÓMO SABER SI TENGO EL ESPÍRITU SANTO?


En Hechos 10:43-47 se nos da la respuesta a esta interrogante. En estos versículos se nos dice que mientras Pedro estaba predicando, “el Espíritu Santo CAYÓ SOBRE LOS QUE OÍAN EL DISCURSO y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles SE DERRAMASE EL DON DEL ESPÍRITU SANTO” (V44-45), los que acompañaban al apóstol sabían que en ese instante se estaba derramando el Espíritu Santo, pero al igual que Felipe, ellos sabían PORQUE LOS OÍAN QUE HABLABAN EN LENGUAS…” (V46)

"y estas señales seguirán a los que creen… hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17). La señal no es llorar, no es saltar, no es reír, no es caer de espaldas (pues los que retrocedieron y cayeron a tierra fueron los enemigos de Jesús cuando llegaron a llevarlo preso en Juan 18:6), LA SEÑAL ES HABLAR EN LENGUAS.

En Hechos 2: 4 dice que “…fueron todos LLENOS del Espíritu Santo y COMENZARON A HABLAR EN OTRAS LENGUAS…”, los apóstoles fueron llenos del Espíritu y es lo mismo que decir que se derramó sobre ellos, por tal razón Pedro dice: “Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, DERRAMARÉ DE MI ESPÍRITU…” (V17). 

A esta experiencia Jesús la llamó bautismo del Espíritu Santo al decir: “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis BAUTIZADOS CON EL ESPÍRITU SANTO dentro de no muchos días” (Hechos 1:5). El apóstol Pedro a este bautismo lo llama don al expresar en su discurso “… y recibiréis el DON DEL ESPÍRITU SANTO” (Hechos 2:39) y en Hechos 10:47 cuando se derramó el don dijo: “…estos que han RECIBIDO EL ESPÍRITU SANTO TAMBIÉN COMO NOSOTROS”, es decir, que recibir el Espíritu Santo es lo mismo que recibir el don del Espíritu Santo, que se derrame, que caiga sobre nosotros, que nos bautice con su Espíritu, que seamos llenos.

El versículo que se menciona al inicio de este tema (Efesios 1:13) no quiere decir que desde que creemos o nos bautizamos ya tenemos el Espíritu Santo, pues la señal es hablar en lenguas. 

Lo que el apóstol Pablo está haciendo es recordándolas a los Efesios el momento en el cual recibieron el Espíritu Santo, pues ellos debieron experimentar el hablar en lenguas tal como sucedió cuando Pablo llegó a Efesio (Hechos 19) donde “…habiéndoles impuesto Pablo las manos vino sobre ellos el Espíritu Santo; Y HABLABAN EN LENGUAS…”(V6) 

Es importante tener en cuenta que también existe el don de diversos géneros de lenguas y esto tiende a confundir a algunos. La señal de que hemos recibido el Espíritu Santo es hablar en lenguas, sin embargo muchos después de recibirlo no continúan hablando en lenguas constantemente, razón por la cual, sienten preocupación al pensar si en realidad tienen o no el Espíritu Santo. Todos debemos hablar en lenguas como señal de que hemos recibido el Espíritu Santo pero no a todos se nos dará el don de diversos géneros de lenguas.

Para tener dones del Espíritu Santo, primero hay que recibir el Espíritu Santo y su señal es hablar en lenguas, posteriormente se nos puede dar dones de sanidad, hacer milagros, diversos géneros de lenguas, etc., así que no hay que preocuparse si usted no continúa hablando en lenguas como lo hacen otros porque ellos tienen ese otro don de diversos géneros de lengua y a usted quizás Dios le ha dado otros dones para el servicio de Dios; pero desde el momento que habló en lenguas la primera vez fue lleno, sellado, bautizado con el Espíritu Santo.


                Estimado lector, espero te haya sido útil este tema y haya aclarado alguna duda, y si aún no tienes el Espíritu Santo es momento de buscar con todo el corazón para poder recibirlo, Jesús te bendiga.

Puedes leer más sobre este tema en Don del Espíritu Santo y el Hablar en Lenguas


JESUCRISTO ES DIOS




DOCTRINA DE LA UNICIDAD, JESUCRISTO ES DIOS


Solamente con la parte que comenzamos leyendo podemos trastornar este mundo entero, porque más claro, agua; más fácil, no hay dónde. Mostrar en la palabra del Señor que Jesucristo es el Señor, que Jesús es Dios. No es que Jesús sea una porción de Dios, tampoco una parte de Dios, no dije que Jesús es una segunda persona de Dios, dije que Jesús es Dios. 

Llamarás su nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de sus pecados, Emanuel que quiere decir Dios con nosotros. “Oye Israel el Señor nuestro Dios, el Señor Uno es” (Marcos 12:29). Hay un solo Dios, un solo Señor, de acuerdo a Efesios 4:5 “Un Señor, una fe, un bautismo”. 

Ese bautismo es en el nombre del Señor Jesucristo, porque no hay más que un Dios y ese Dios es Jesús. En  todos lados, “el Señor nuestro Dios uno es”. 

“Dios es Espíritu”, de acuerdo al evangelio de Juan 4:24. No voy a descubrir América ni la doctrina tampoco porque ya está en sus manos. Voy a tratar de poner una inyección a algún pentecostal en este día. No vengo a tratar de revelar una verdad porque la verdad está allí. Vengo para poner esta verdad, no solamente en el pensamiento, en el corazón, también en las venas, en los huesos, en los tuétanos. 

Algún pentecostal apostólico que esté cansado de mirar un mundo allá afuera, un mundo que esté queriendo poner a Jesucristo en un lugar inferior al que le pertenece. Cuando me hablan diciendo que Jesucristo es un Dios más pequeño, en ese momento la sangre me empieza a querer subir a la cabeza.

Los nervios empiezan a ponerse tensos. Yo digo hable mal de mí, diga que soy chaparro, diga que estoy feo, lo que sea, pero cuando habla del Señor Jesucristo, primero corra al altar de arrepentimiento, lávese la boca con el Espíritu Santo de Dios. Y para hablar de Dios reconozca primero quién es el Señor. 

No le pregunten a la sociedad quién es Jesús. No le pregunten a las sociedades Bíblicas quién es Jesús, tampoco le pregunten a la teología quién es Jesús. Si alguien quiere saber verdaderamente quién es Jesús, pregúntele a Jesús. 

Si usted me dice: pastor ¿usted es Ecuatoriano? Yo le voy a decir no, ése es el hermano Limones. Yo soy Boliviano, aunque usted me diga que soy Chileno. Si alguien dice que mi papá nació en Francia, yo le digo no, mi papá es Boliviano.

Ahora dígale a Jesús, quien dice “Yo soy el primero”, no tus eres el segundo. Jesús dice “Yo soy el Alfa y la Omega”, pero la gente dice no porque dicen es la letra B y la letra Y. Si quiere saber quién es Jesús, pregúntele a él. ÉL dijo “yo soy el primero”, no e segundo. “Yo soy el primero, yo también el postrero” y “fuera de mí no hay Dios” dice la palabra del Señor. 

EL ÚNICO DIOS VERDADERO FUE MANIFESTADO EN CARNE EN JESUCRISTO


De acuerdo a 1 Timoteo 3:16 “Dios se manifestó en carne”, el Dios de la gloria prometió venir a este mundo y cumplió. Si usted quiere toda la verdad, comience desde el Génesis y termine en Apocalipsis. Jesucristo está en todo, hay un solo Dios y ese Dios está con nosotros, se manifestó en carne y “habitó entre nosotros y vimos su gloria, gloria como del unigénito del padre, lleno de gracia y de verdad”. 

2Corintios 3:17 dice: “El Señor es el Espíritu, y dónde está el Espíritu del Señor, hay libertad”. Preste atención, hay un señor (Deuteronomio 6:4, Marcos 12:22, Efesios 4:5), ese Señor es Espíritu porque “Dios es Espíritu” (Juan 4:24, Lucas 24:39). Un espíritu no es una persona, tampoco dos, peor tres personas. 

El versículo dice el Señor es el Espíritu, no dice los señores, porque hay un solo Señor y ese Señor es El Espíritu. Colosenses 2:9 “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad”, es decir, que en Jesucristo habita todo lo que es Dios. 2 Corintios 5:19 “Dios estaba en Cristo…” ¿Cuál Dios? ¿El dios Hijo? ¿La segunda persona? Dios es Espíritu no es persona. Jesucristo es Dios mismo manifestado en carne. 

Juan 3:13 “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el hijo del hombre que está en el cielo”. Jesús está en la tierra, pues está hablando estas palabras. Estaba diciendo que estaba al mismo tiempo en la tierra hablando y en el cielo. ¿Cómo es posible?, pero eso estaba diciendo el Señor. 

Imagínese que su servidor le diga, le cuento hermano que yo estoy aquí pero también con mi esposa en la casa. Me dirán usted está loco, no hay manera, pues estoy en un lugar o en otro; pero el Señor dijo que estaba en la tierra y en el cielo al mismo tiempo. Para la gente es difícil de entenderlo porque no tiene sentido. 

Dios es Espíritu y cuando se manifestó en carne, en Jesucristo. Cuando lo miraban caminando en las calles de Galilea, Jerusalén, la gente se preguntaba ¿Quién es este hombre? Él mismo pregunto ¿Quién creen que soy? Al Señor, no solamente le interesaba que miraran el milagro, sino quién creía que era. 

QUIÉN ES REALMENTE JESÚS 


¿Quién es realmente Jesús?, ¿Qué importancia tiene para esta sociedad?, ¿Qué importancia tiene para usted tener una verdad? Y ¿Qué hace con esa verdad?, porque verdades escondidas no funcionan para nada. Las verdades tienen que salir de los labios de los hijos de Dios, ser proclamadas a este mundo perdido. Es el tiempo para que la iglesia abra la boca porque afuera hay un mundo perdido que no conoce esta verdad. 

Los Israelitas creen en un solo Dios. Los musulmanes también son monoteístas. Ambos son hijos de Abraham, tanto Israel como el pueblo musulmán. La diferencia es que los Judíos no aceptaron a Jesucristo y quedaron fuera. Los musulmanes tienen ahora otro profeta llamado Mahoma, quien sacó el Corán y quedaron fuera. ¿Quién queda dentro?, son los cristianos que crean en un solo Dios, el pueblo monoteísta. El que diga “Oye Israel, el Señor nuestro Dios Uno es”. 

Efesios 4:9 “Ese que subió, qué sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra, el que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo”. Juan 12:44 “El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió”. Una vez más, el que cree en mí, “no cree en mi”. Como cuando dice “el que me ve, ve al que me envió”. 

Si alguien le preguntaba quién te envió, diría el padre. Aquellos que usan Juan 3:16 donde Dios envió a su hijo al mundo, ahora notar que el hijo dice que el que lo mira está viendo al que lo envió. Es decir, que era el mismo padre ya que él decía: “el que me ve a mí, ve al que me envió”. 

Jesús decía que el que lo miraba a él, miraba al que lo envió, y quien lo envió es el padre. Al estarlo viendo a él, era estar viendo al mismo padre. Para la teología de afuera, Dios se quedó arriba en el cielo y mandó a su hijo a la tierra. 

Mi pregunta es: Si Dios había prometido venir ¿Por qué no vino?, porque si el padre Jehová, está prometiendo, pues hay muchos versos en el antiguo testamento donde promete venir, “Yo mismo iré” “Yo mismo vendré” “Yo los salvaré” “Yo mismo que hablo estaré presente”. El Señor está prometiendo y después dice mejor voy a mandar al hijo. ¿Por qué? Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. 

Dios no se arrepintió. No dijo voy a ir y después mejor no voy a ir, más bien él dijo voy porque voy; pero la teología trinitaria dice que el padre envió al hijo. El padre se quedó en el trono y el hijo en el calvario. El hijo clamando: papá ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué no estás aquí?. Yo podría estar arriba en el trono y tú aquí. 

¿Cuál es la diferencia entre padre e hijo? Porque la teología trinitaria los dos son iguales, y ¿por qué mandó al otro? Entonces no son iguales, porque el que manda es mayor que el otro. Jesús mismo dijo “el padre es mayor que yo”, entonces ¿cómo es posible que el padre sea mayor y al mismo tiempo Jesús es el padre? Es porque en la humanidad de Jesucristo era inferior, pero en el Espíritu es Dios mismo. 

El padre que prometió venir a este mundo, descendió a este mundo, “en el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho, pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, más los suyos no le recibieron, más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” 

Jesucristo dijo “Yo soy el camino, Yo soy la verdad, Yo soy la vida” (Juan 14:6). El Señor no dijo Yo soy la segunda parte de una verdad, dijo Yo soy la verdad; Yo soy la vida, en otras palabras, me quitas a mí y te quedas sin vida. Él no dijo que cuando se fuere, su padre iba a quedar, no. 

Nadie viene al padre sino es por mí. No dijo nadie va donde mi padre, dijo nadie viene al padre, porque el padre estaba dentro de él. “Dios estaba en Cristo…” (2 Corintios 5:19). Juan 1:1 “En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios. Esto era en el principio con Dios, todas las cosas por el fueron hechas, sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres” 

Cuando uno mira los versículos anteriores, uno dice ¿de quién está hablando? Porque en el verso 9 dice que aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo. No es una parte de luz, no es una bombilla, no es una parte de electricidad, es la luz verdadera que vino a este mundo. Esa luz verdadera, dice el verso 14, que se manifestó en carne, “aquel verbo fue hecho carne”, aquella luz verdadera fue hecha carne, y habitó entre nosotros. 

Dios se manifestó en carne. Ahora estaba en la tierra en carne. La carne no era Dios, pero el Espíritu que estaba dentro de él sí. Jesús por eso dice “nadie viene al padre, sino es por mí”. Felipe le dijo Señor muéstranos al padre y con eso me basta. La gente que está afuera dice lo mismo: muéstrame que Jesús dijo Yo soy Dios. 

Esta no es palabra de Jorge Mendizabal, no es palabra de Iglesia Pentecostal Unida, es palabra de Dios. La persona que me diga muéstrame, hay que decirle primero ¿Tú crees que es palabra de Dios? ¿Crees que esta palabra tiene errores, sí o no? ¿Tú crees que esta palabra tiene la verdad? ¿Quieres obedecer lo que dice esta palabra? 

Jesucristo dijo “Si me conocieseis también a mi padre conoceríais, y desde ahora le conocéis y le habéis visto”. Si me conocieseis, conocerías a mi padre. Si alguien no conoce a mi hijo Samuel, ¿con conocerme a mí lo conocería? No puede conocer a mi hijo, solo con conocerme a mí. El único que puede decir eso es Jesucristo. “Si me conocieseis a mí, también a mi padre conocerías”. 

También les dijo “desde ahora le conocéis y le habéis visto”, en otras palabras, le estaba diciendo “Yo soy el padre”. Después de dos mil años preguntar quién es Jesús, con respeto lo digo, es una ignorancia. 

“¿No creéis que yo soy en el padre y el padre en mí?, las palabras que yo os hablo no las hablo por mi propia cuenta, sino que el padre que mora en mí, él hace las obras”. No crees que Jesucristo este diciendo que él es el padre, si me ves a mí ves al padre. “El padre que mora en mí, él está haciendo las obras” (Juan 14:10) 

El padre es el mismo Jesucristo en manifestación humana. “Creedme que yo soy en el padre y el padre en mí, de otra manera creedme por las mismas obras” 

Nuestras próximas generaciones saben que hay un Dios, pero no pueden demostrarlo. Si le preguntan ¿Cuántos dioses hay?, responden uno solo, pero no saben explicarlo. ¿Por qué dice aquí Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios?, allí están dos, y ellos no saben explicar el por qué. Los padres tienen la responsabilidad de sentarse con sus hijos para leer estas verdades básicas y principales. 

En pleno siglo XXI esta generación está en todos lados diciendo cosas que no son ciertas. La iglesia se está quedando atrás. Tiempos de refrigerio es la mejor conferencia que hay en este tipo de avivamientos, pero gloria a Dios que alguien se fijó en la doctrina. 

Gloria a Dios que hay milagros, sanidades, unción, todo, pero ¿quién es la unción?, pues Cristo. Cristo es el ungido, la unción, el aceite fresco de la unción que está sobre nosotros. Cuando este aceite está sobre nosotros, y el mundo entero está sin luz, y nosotros pentecostales cristianos estamos pensando que no podemos hablar mucho de esto porque no sé mucho. 

Lo que usted sabe, ¿lo saben sus hijos? sus vecinos, compañeros de trabajo, supervisores, suegra, cuñado, primos? Lo que necesitamos es empezar a agarrar palabra de Dios y empezar a meterla en nuestro corazón a lo más profundo de nosotros y decir yo quiero ser celoso en el nombre del Señor por la verdad de Jesucristo. 

“De quienes son los patriarcas y de los cuales, según la carne, vino Cristo el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos amén” (Romanos 9:5). Jesús es Dios sobre todas las cosas, esta verdad tiene que estar en tu sangre, fluir en tus huesos, predicada en todos lados donde vayamos que hay un solo Dios, Jesucristo es Dios. 

Cuando un hombre empezó a insultarnos en la radio, la sangre se me trepó y llamé a este varón. Le dije que todo lo que estaba diciendo que me lo repitiera, pero no por teléfono sino sentado frente a mí y con tu radio público para que la gente te escuche a ti y a mí. 

Porque si tienes algo que decir detrás de una cabina, detrás de un micrófono y no tienes el valor de sacar la cara y decirlo públicamente, mejor cállate. El varón me dijo que no estaba para discusiones, para peleas. Pero le dije tú me estás insultando, yo no te he insultado. El hombre dijo que no. 

Tenemos una doctrina de la cual no debemos avergonzarnos, tenemos una palabra viva, eficaz, más cortante que toda espada de dos filos, que penetra hasta partir el alma, las coyunturas y los tuétanos. 

Hay que pararse, a cualquier persona que llegue a tocarle la puerta, no se la cierre. No ponga letrero en su puerta que diga no a los testigos de Jehová, los mormones, una listo de no. Póngale sí a todo. Que la gente al pasar por su puerta diga que ese hombre o esa mujer es terrible, no había abierto bien la puerta y me empezó a tirar versículos. Son pentecostales. 

Mandamos cartas a todas la organizaciones, porque en el tiempo de Goliat decía mándame un hombre. Los pentecostales debemos decir mándame un hombre. Se ha dado la vuelta a la historia. Si creen que están en la verdad, mándeme a alguien. ¿Cuántas llamadas recibí de todo Estados Unidos?, una sola, de un gran hombre, el Dr. Luis Soto, al cual lo amo. No por su doctrina sino por el valor de decir yo estoy aquí, y se paró y tuvimos un debate. 

Tuvimos tiempo de mirar a los ojos de un hombre sincero, un hombre que ama a Dios, y muchos pastores allá, sinceros en su corazón, volviendo después del encuentro que tuvimos, tocando las puertas de nuestra casa, corriendo a las puertas de la iglesia. Decían pastor qué es esto. Estoy pastoreando años, qué es esto que me dijo, y pocos momentos después estábamos bautizándolos en las aguas del bautismo en el nombre del Señor Jesucristo para el perdón de sus pecados. 

NO HAY OTRO DIOS FUERA DE JESUCRISTO 


1 Juan 5:20 dice: “Sabemos que el hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero, y estamos en el verdadero, en su hijo Jesucristo, este es el verdadero Dios y la vida eterna”. El siguiente verso dice: “Hijitos, guardaos de los ídolos”. ¿Qué tiene que ver la idolatría? Porque el que no cree que Jesucristo es el único y verdadero Dios, es idólatra. 

Mucha gente podrá decir allá afuera ¿usted me dijo idólatra?, porque si crees más de uno, en dos ya estás en pecado, y en tres olvídate. Jesucristo es el verdadero Dios y la vida eterna. Antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí, dijo Jehová en el antiguo testamento. No hay otro Dios fuera de él. Jesucristo es Dios. 

Cuando Jesús está caminando en la faz de la tierra y lo quieren apedrear y matar, es porque el mismo siendo hombre se hacía Dios. Esa es la razón por la cual lo querían matar. Si el Señor viene en este tiempo lo sacan de las congregaciones. Cuidado y lo apedrean de nuevo. 

Este es el tiempo de la iglesia, que nos paremos y tengamos el valor de mirar a la gente a los ojos, y decir Dios dame fuerzas para predicar este nombre. Dame valor, no quiero estar escondido en un rincón. Necesitamos apostólicos en todas las ciudades. 

Estamos tomando la actitud de Tomás, incrédulo. Sí creo, pero no todo. Sí sé, pero no lo hago. El que sabe hacer lo bueno y no lo hace es pecado. Si sabe algún versículo y no lo transmite es un pecado. 

Hay que tratar con cariño para que no se enoje, rascarle la espalda para que no se moleste. No importa cuánto se moleste, este es el tiempo de la iglesia, este es el tiempo de la verdad, este es el tiempo de proclamar que Jesucristo es el Señor. Jesucristo es Dios y no hay otro fuera de él. 

Me invitaron a ser parte de las sociedades Bíblicas unidas y ser parte del ecumenismo en este mundo. Claro que fui, ¿no le da vergüenza?, claro que no. Yo fui y me senté con toda esa comunidad, me preguntaron de donde viene, Yo soy del nombre de Jesucristo. 

Me paré en ese lugar, mirando con respeto a todos esos ancianos. Yo solamente mencionaba una cosa, todavía el Señor uno es. En ese momento me pasaron un papel, estos son los requisitos para ser parte del sistema ecuménico que tenemos, la unidad de todas las iglesias, tenemos varias afiliaciones. 

Dónde dice aquí que hay un solo Dios. ¿Cuáles son los requisitos? ¿Aquí dice que están bautizados en el nombre de Jesús?, pero el primer punto que está allí es tienes que creer en la trinidad. Yo dije podemos discutir el primer punto. Me dijo usted firme y después hablamos. Yo dije no, primero hablamos y después firmo. 

¿Podemos hablar solo del primer punto? Por supuesto no llegamos al segundo punto. Tres minutos después yo estaba caminando por las calles. Iglesia no busque la fama, no busque se reconocido, busque que la gente sepa la verdad a través de su boca. 

Debemos tomar la actitud del incrédulo que tuvo que mirar al señor y caer a los pies de él. Como Tomás y decirle Señor mío y Dios mío. Este hombre reconoció al decir tu eres Señor y eres Dios. Bienaventurado Tomás porque creíste
EL NOMBRE DE JEHOVÁ Y EL NOMBRE DE JESÚS





JEHOVÁ, EL NOMBRE SAGRADO


Como ya se ha dicho, Elohim aún cuando se refiere al Dios verdadero, no se usa exclusivamente para él. Por lo contrario, el nombre Jehová, solamente se usa para referirse al Dios verdadero y nunca se aplica a los dioses ajenos. 

Jehová es un NOMBRE PROPIO, no un término, genérico común a muchas especies. Elohim es Dios en relación con la creación. En cuanto a forma, Elohim es plural, llamado también "plural de majestad". Davidson dice: "Los lenguajes semíticos usan el plural como un medio de elevar la idea de lo singular. Lleva un sentido de poder y fuerza. "En el principio Dios (Elohim) creó..." (Gn. 1:1). 

Jehová es el nombre relacionado con la salvación del hombre, con su redención. Es por eso que Moisés usa la palabra Elohim, para referirse a Dios, en Génesis 1:1 al 2:3 y luego comenzó a usar el nombre "Jehová-Elohim" del 2:4 hasta el 3:22. Cuando Adán y Eva pecaron, "Jehová-Elohim descendió". Fue Jehová-Elohim, quien mató a los animales, derramando sangre inocente para expiar los pecados de Adán y Eva. ¡Jehová los redimió! 

El cambio de nombres aquí, indica un cambio en el trato de Dios con el hombre. La unión de la palabra Dios (Elohim), con el nombre personal de ese Dios, Jehová, es significante. Demuestra que el Dios creador está interesado en llegar a tener contacto con su creación. ¡La quiso salvar! 

Lo mismo sucede cuando Dios se propuso sacar a su pueblo de la esclavitud egipcia. Por 400 años el pueblo de Dios había estado en cautividad, NO CONOCIENDO EXPERIMENTALMENTE LA REDENCIÓN de Dios. Ahora Dios los va a introducir a una nueva experiencia, la salvación, por medio de sacarlos de Egipto, el cual es tipo del pecado. Otra vez, como en el caso de Adán y Eva, es por el derramamiento de sangre inocente y por la revelación del NOMBRE (Ex. 3:13-15; 12:13). 

No es que ellos no conocieron el nombre de Jehová antes de ese momento. La pregunta de Moisés en Éxodo 3:13-15 no debe entenderse como: ¿Cómo te llamas? o ¿Cuál es tu nombre?, en el sentido de no conocerlo, sino más bien como: ¿qué es lo que se encierra en el nombre? 

Para saber que el nombre de Jehová se usó y se conoció antes de Éxodo 3:4; 6:2-3 sólo hay que leer Génesis 4:26, pues durante los días de Enós, los hombres comenzaron a: "invocar el nombre de Jehová". ¿COMO PODIAN INVOCAR UN NOMBRE QUE NO CONOCIERON? ¡Lo tenían que saber para mentarlo! Esto tiene doble sentido, verbalmente invocaron el nombre sobre sí mismos cuando oraron y comenzaron a llamarse por el nombre, "hijos de Jehová", para distinguirse de los "hijos de Caín". Entonces la invocación oral del nombre personal de Dios ¡es lo que les identificó como sus hijos! Abraham, Isaac y Jacob, conocieron el nombre de Jehová, pero nunca experimentaron el poder, o significado total de ese nombre en sus vidas personales. El nombre quizás había sido transmitido oralmente, desde los tiempos de Adán. Adán y Eva conocían el poder del nombre en sus vidas, pero le plació a Dios revelarse a los patriarcas como El Shaddai (Dios Todopoderoso), en vez de Jehová. 

Acuérdate que en la Biblia, "conocer" no solamente quiere decir reconocer a una persona, sino que también indica la unión sexual entre hombre y mujer, es decir indica una relación íntima (Gn. 4:1). Así que, cuando Éxodo 6:3 dice que: "en mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos", quiere decir, que ¡no habían entrado en una relación con Dios a través de ese nombre! ¡No habían experimentado todo el impacto o plenitud del nombre! Solamente lo conocían superficialmente, no en todo lo que implicaba. Podemos conocer a una persona, pero no conocemos todo lo que ella es en sí, hasta que comienza a manifestarnos sus cualidades y características poco a poco. Los patriarcas conocían a Jehová, pero Él no les había manifestado toda la plenitud de sus funciones. 

De todos los nombres de Dios en el Antiguo Testamento, Jehová es considerado como el más sagrado. Es la revelación máxima de Dios al hombre, bajo el antiguo pacto. Es el nombre que los Israelitas tenían que reverenciar (Dt. 28:58-59). Es el nombre que no podían tomar en vano (Ex. 20:7). Es el nombre que el pueblo debe conocer (Sal. 9:10). Es el nombre sobre el cual se debe reflexionar y meditar (Mal. 3:16). Es el nombre que no se debe olvidar (Jer. 23: 25-27; Sal. 44:20-21). Este nombre es el memorial de Dios por todas las generaciones (Ex. 3:15; Sal. 135:13; Os. 12:5-6). Se usa como 6,800 veces en el Antiguo Testamento. 

Cuando Dios quiso sacar a su pueblo de la esclavitud, Él le reveló el significado de su nombre a Moisés. Le dijo: "YO SOY EL QUE SOY". "Y DIJO; ASI DIRAS A LOS HIJOS DE ISRAEL; YO SOY ME ENVIO A VOSOTROS" (Ex. 3:4). El nombre Jehová, en sí quiere decir: "el que existe en si mismo"; "el que es, lo que Él es". La palabra, "Jehová" es un hibridismo y no la pronunciación original de la palabra. En el hebreo el nombre consistía de las cuatro letras YHWH, que se llama el "tetragrammaton". La pronunciación original de la palabra es incierta. Debido al miedo de los hebreos de tomar el nombre de su Dios en vano (Ex. 20:7), y de una mala interpretación de Levitico 24:16, desistían de pronunciarlo y aún de escribirlo: sin embargo, se cree que la palabra se pronuncia: "Yahweh". 

Jehová o Yahweh proviene del verbo, "hayah" (ser), que encierra la idea de: "LLEGAR A SER" o "LLEGAR A SER CONOCIDO". Entonces Jehová o Yahweh, es el Auto-existente; que existe por sí mismo, y por ende el Eterno, QUIEN SIGUE LLEGANDO A SER CONOCIDO por su pueblo. O sea que ¡Jehová sigue revelándose a sí mismo, a su pueblo! ¡Llega a ser lo que su pueblo necesita que Él sea! Podemos decir que el nombre de Jehová, es una revelación en forma PROGRESIVA y CONTINUA al hombre.

LOS NOMBRES COMPUESTOS DE JEHOVÁ


Podemos apreciar mejor esta verdad por medio de los nombres compuestos de Jehová. Para conocer todo el sentido del nombre Jehová, es preciso observar las distintas revelaciones del mismo en relación con la humanidad. Acuérdese que el nombre "expresa la idea total del pacto divino-humano, de salvación. El nombre se reveló a Adán y Eva por la redención, y a los Israelitas en la redención de Egipto. Luego Dios reveló varios aspectos de su persona, por el nombre Jehová. 

Podemos ver la progresión del nombre. Todos estos nombres compuestos son revelaciones del nombre de Jehová, EN FORMA PROGRESIVA, Dios llegando a ser conocido en diferentes maneras, por su nombre glorioso. 

1.) Jehová-Sabaoth (Jehová de los ejércitos). 1 S. 1:3; Ro. 9:29; Stg. 5:4; Is. 1:9. 

2.) Jehová-Jireh (Jehová proveerá) Gn. 22:13-14 

3.) Jehová-Rafa (Jehová sanador) Ex. 15:28 

4.) Jehová-Nisi (Jehová es mi bandera) Ex. 17:8-15. 

5.) Jehová-Salom (Jehová es paz) Jue. 6:24. 

6.) Jehová-Ra-ah (Jehová es mi pastor) Sal. 23:1. 

7.) Jehová-Tsidkenu (Jehová justicia nuestra) Jer. 23:6. 

8.) Jehová-Sama (Jehová está presente) Ez. 48:35. 

El nombre de Jehová, es EL NOMBRE DE DIOS PARA SIEMPRE. Jehová dijo: "CON Él (EL NOMBRE JEHOVÁ), SE ME RECORDARÁ POR TODOS LOS SIGLOS" (Ex. 3:15). ¡Entonces el nombre de Jehová, nunca podrá desaparecer! ¡Jehová seguirá revelándose por ese nombre! Aún en el Nuevo Testamento ese nombre iba a ser revelado.

EL NOMBRE DE JESÚS


Como hemos visto, el nombre de Jehová es una revelación de Dios en forma CONTINUA Y PROGRESIVA. Dios siguió revelando su nombre a través del Antiguo Testamento, pero al iniciarse el nuevo pacto, Dios entró en una nueva relación con el mundo y la humanidad. Entonces era necesario revelar su nombre una vez más al hombre. El nombre que Dios escogió para redimir a los hombres, es el nombre de "Jesús". 

Sabemos que todo lo relacionado con el nacimiento de Jesús, era sobrenatural; no debe sorprendernos que el nombre de Jesús sea algo sobrenatural también. Cuando le va a nacer un niño a una pareja, siempre surge la pregunta: "¿qué nombre le pondremos?". Entonces comienzan a pensar y a escoger nombres, hasta que por fin deciden sobre uno. Acuérdese que en los tiempos bíblicos, escoger un nombre no era algo ligero, sino más bien, el nombre tenía un significado especial. 

Es por eso que el nombre de Jesús, es tan importante. Dios no dejó nada a la discreción del hombre, sino ¡Él mismo le advirtió a José cual sería el nombre del bebé! (Mt. 1:20-21). 

El nombre Jesús no es de origen terrestre, sino ¡vino del cielo! Ese nombre es celestial, es sobrenatural. El ángel mismo lo dijo: "... y llamarás su nombre JESUS, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt. 1:21). Dios despachó a un mensajero celestial con el nombre que iba a usar, para salvar a la humanidad. El nombre Jesús, está directamente ligado con la misión de su portador; salvar a su pueblo de los pecados. 

Hay quienes se atreven a decir, que el nombre de Jesús, era solamente el nombre terrenal de nuestro salvador, sin tomar en cuenta que se originó en los cielos, que no fue puesto por los hombres, sino por Dios mismo. Ciertamente habían muchos "Jesús", en aquel entonces, pero solamente hay un "Jesús", quien es el Señor y el Cristo (Hch. 2:36). Solamente Jesús, es exactamente lo que su nombre implica, ¡Jehová-Salvador! Es el nombre que reúne todos los nombres y cualidades de Dios en el Antiguo Testamento, bajo un sólo umbral. 

El nombre Jesús, no solamente quiere decir, "salvador" o redentor". En el griego, Jesús, es IESOUS, por el hebreo: JESHUA; JEHOSHUA; JOSUE; y quiere decir: "JEHOVA ES SALVACION". 

SCOFIELD dice en sus anotaciones sobre Josué 1:1; Josué (cuyo nombre significa, en el idioma original, "Jehová Salvador"). Números 13:16 dice que Moisés cambió el nombre de Oseas hijo de Nun a Josué. Oseas quiere decir: "libertador; salvador", mientras Josué quiere decir: "Jehová-salva; Jehová-salvación". 

J. D. Pentecostés dijo: "Jesús quiere decir: El Señor (Jehová) salva. El nombre Jesús, es la contraparte de Josué en el Antiguo Testamento, quien guió a Israel desde sus experiencias en el desierto a una nueva tierra y una nueva vida". 

J. W. Shepard dijo: "El ángel además añadió que iba a dar a luz un hijo y José llamaría su nombre Jesús (Jehová salvador), porque él librará a su pueblo de sus pecados". 

En el Diccionario Expositivo de Palabras Neotestamentarias, dice que Jesús significa: "Jehová es salvación o Jehová es el salvador". ¡El nombre de Jesús no es cualquier nombre! 

"El Antiguo Testamento abunda en nombres humanos en los que se emplea la raíz YAH. Ejemplos: JEHOIDA, "Jehová sabe"; JEHU, "Jehová es él" ...y el más significativo de todos; JOSUE, "Jehová es salvación" o "Jehová el salvador" -nombre que se convierte en "Jesús" en el Nuevo Testamento". 

JESÚS Y JEHOVÁ SON EL MISMO NOMBRE


(EL NOMBRE DE DIOS ES JESUS EN EL GRIEGO Y JEHOVA EN EL HEBREO). 


En la Septuaginta, (la traducción de las Escrituras hebreas al griego), la palabra hebrea "Jehosua" (Josué en el castellano) es siempre traducida por la palabra griega "Iesous" (Jesús en el castellano). Como hemos visto, "Josué" quiere decir: "Jehová-salva" en el hebreo, así que Jesús también quiere decir: "Jehová-salva", en el griego. 

Más prueba de esto se encuentra en Hechos 7:45, y Hebreos 4:8. Hechos 7:45 dice: "El cual, recibido a su vez por nuestros padres, lo introdujeron con Josué..." Este verso fue escrito en el griego, así que podemos trazar la etimología de la palabra "Josué" hasta ese idioma. El Diccionario Griego del Nuevo Testamento por Strongs, traza la palabra "Josué" en Hechos 7:45 hasta la palabra griega: "IESOUS" o Jesús. 

Entonces sería totalmente correcto leer este verso reemplazando la palabra Josué por Jesús, y eso es lo que varias traducciones en el inglés hacen. Se leen así: "lo introdujeron con JESUS..." 

El nombre Jesús, es una revelación del mismo nombre de Jehová. Es el último en la progresión de los nombres compuestos de Jehová. ¡Jesús - Jehová - salva! 

Dijo el profeta Isaías: "...y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz" (Is. 9:6). Isaías nunca dijo el nombre, pero si dijo que el nombre del Mesías, iba a encerrar todos estos títulos de Dios. Esto nos enseña que el nombre de Jesús es de origen divino ¡Es una revelación del mismo nombre de Jehová! ¡Jesús es nuestro Jehová-salvador! Él es el Jehová del Antiguo Testamento manifestado en carne, para salvar a su pueblo. 

JESÚS, NUESTRO JEHOVÁ - SALVADOR


Jesús es Emanuel, Dios con nosotros (Is. 7:14; Mt. 1:23). Es, Jehová, "nuestro Dios" (Is. 40:3; Lc. 3:4-6). Isaías 35:1-6 es una profecía patente sobre la persona y obra del Mesías. Dice en parte: "Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis: he aquí vuestro DIOS viene con retribución, con pago: DIOS MISMO VENDRA, Y OS SALVARA". Prueba concluyente de que el que nos vino a salvar, Jesús, es Dios mismo. Los versos 5 y 6 dicen que cuando haya venido Dios, entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, los oídos de los sordos se abrirán, el cojo saltará, y cantará la lengua del mudo (Mt. 11:2-6; Mr. 1:34; 7:32-35; Jn. 5:1-9; 9:1-7; Mt. 12:22). ¡Jesús es Dios mismo!. 

Jesús es nuestro Jehová salvador, porque solamente hay un salvador, Jehová. Si Jesús no es el mismo Jehová del Antiguo Testamento, entonces sería un impostor o mentiroso. 

De Jehová la Biblia dice: "Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, SOY TU SALVADOR,..." (Is. 43:3). "Yo, yo Jehová y fuera de mi NO HAY QUIEN SALVE" (Is. 43:3). "He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien HA SIDO SALVACION PARA MI" (Is. 12:2). "Más yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues otro dios fuera de mí, NI OTRO SALVADOR SINO A MI" (Os. 13:4). ¡Jehová es el único salvador, no hay otro! 

Tomando eso en cuenta y la declaración del ángel a José: "...y llamarás su nombre Jesús (Jehová-salvador) porque Él (Jesús) salvará a su pueblo de sus pecados"; se expresa la realidad que Jehová del Antiguo Testamento se manifestó en carne para salvarnos. Si Jesús no es Jehová, "¿quién es?". ¿Un impostor? ¡Si solamente Jehová salva, Jesús tiene que ser Jehová! 

Jesús es, "nuestro gran Dios y salvador" (Tito 2:13; 3:6). Cuando Simeón vio a Jesús en el templo dijo: "han visto mis ojos tu salvación" (Lc. 2:30). 

Estimado lector: Jesús es nuestro Jehová-salvador. Se ha cumplido lo dicho por Isaías: "JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí" (Is.12:2). Se ha cumplido la promesa de Isaías 52:6: "Por tanto, mi pueblo sabrá mi NOMBRE por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo (Jehová) he aquí estaré presente". 

lunes, 13 de mayo de 2019


DIOS SABE LO QUE HACE


Se cuenta que en Inglaterra, había una pareja a la que le gustaba visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus favoritas era la de antigüedades y en una de sus visitas encontraron una hermosa tacita.
-¿Me permite ver esa taza?, preguntó la Señora, ¡nunca he visto nada tan fino!
En cuanto tuvo en sus manos la taza, ésta comenzó a hablarle: Yo no siempre he sido esta taza que estás sosteniendo. Hace mucho tiempo yo era sólo un montón de barro sin forma. Mi creador me tomó entre sus manos y me amoldó cariñosamente. Llegó un momento en que me desesperé y le grité: Por favor, déjame en paz. Pero sólo me sonrió y me dijo: Aguanta un poco más, todavía no he terminado. Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor. Me pregunté por qué mi creador quería quemarme, así que toqué la puerta del horno y a través de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador que me decía: Aguanta un poco más, todavía no he terminado.
Finalmente, mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara. Así está mucho mejor, me dije a mí misma; pero apenas me había enfriado un poco, ya me estaba cepillando y pintando. El olor de la pintura era horrible. Sentía que me ahogaba. Por favor detente gritaba yo, pero mi creador sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía: Aguanta un poco más, todavía no he terminado.
Por último dejó de pintarme, pero otra vez me metió a otro horno. No era un horno como el anterior, sino que era mucho más caliente. Estaba segura que me sofocaría y que acabaría rompiéndome en mil pedazos, le rogué y le imploré que me sacara, grité, lloré, pero mi creador sólo me miraba diciendo: Aguanta un poco más, todavía no he terminado. Después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo: Mírate, ésta eres tú.
Yo no podía creerlo, esa no podía ser yo. Lo que veía era realmente hermoso. Mi creador nuevamente me dijo: Yo sé que te dolió todo este proceso, pero si te hubiera dejado como estabas, sólo serías un trozo de barro seco. Sé que te causó mucho dolor, que los gases de la pintura te causaron mucha molestia, pero de no haberte pintado no tendrías color. Y si yo no te hubiera puesto en el segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido lo suficiente para resistir. Ahora eres un producto terminado, eres exactamente lo que tenía en mi mente cuando te comencé a formar.
“Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros. Él es el artesano y nosotros somos el barro con el cual trabaja. Él nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir con Su voluntad” ROMANOS 8: 28 - 29 


 EL RESENTIMIENTO Y LA FALTA DE PERDÓN



“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonara también a vosotros vuestro Padre Celestial.” (Mateo: 6: 14)

Hay miles de personas en el mundo que viven vidas amargadas y llenas de odio porque no saben perdonar o no han aprendido a perdonar. Para muchos talvez les sea difícil perdonar porque el perdón en si proviene de Dios, y como las personas no tienen a Dios en sus corazones fracasan en el intento de borrar de su vida los malos recuerdos y abusos que han recibido de otras personas. Para saber perdonar hay que tener el amor de Dios en nuestro corazón. Hay un pensamiento que dice: “Errar es humano, pero perdonar es Divino.”, para perdonar hay que tener el corazón de Dios. También puedes leer: Dejando las Heridas del Pasado.

La Ira o Enojo, la raíz de un resentimiento.


-La ira es una emoción y reacción involuntaria ante una situación desagradable. En tanto la ira se limite a esta emoción involuntaria, se podrá considerar como una reacción natural. Sin embargo, se vuelva peligrosa cuando nuestra respuesta ante ella es inadecuada y violenta, cuando perdemos el control y descargamos la ira libremente.

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-La ira es una consecuencia natural de algún disgusto, pero no debemos permitir vivir con ira todo el tiempo y hacerlo un hábito en nuestra vida. Efesios: 4: 26

-La ira como celo por las cosas sagradas de Dios, esto es una ira para corregir algo incorrecto, esto fue demostrado por el Señor Jesucristo, podríamos decir que esta ira es una “ira santa”. Juan. 2: 15 - 17

La ira o enojo guardado en el corazón es la raíz para un resentimiento si no sabemos perdonar a la persona que nos ha hecho daño. Hebreos: 12: 15

-Debemos dejar la ira, es una obra de la carne. Efesios: 5: 19-20 Colosenses: 3: 8

-La ira mata “Metaforicamente” a la persona. Job: 5: 2 

El Resentimiento

- El resentimiento es una ira guardada en el corazón por algún mal trato, ofensa, insulto o agravio; haya sido este verbal o físico. El resentimiento es un pecado del espíritu. 

-El resentimiento es la causa por no saber perdonar a la persona que nos ha ofendido, Jesús nos enseño a perdonar hasta setenta veces siete. Mateo: 18: 22

-El resentimiento o la falta de perdón produce deseos de venganza, mas la biblia dice que todo los agravio y ofensas debemos dejarlo al Señor, el dice: “Mía es la venganza yo daré el pago…”. Hebreos: 10: 30

-En la biblia encontramos un resentimiento guardado en Caín, que dio lugar a que este asesinara a su hermano Abel. Génesis: 4: 3 - 8

-El resentimiento de Absalón contra su padre David, porque no lo hizo rey de Israel, sino a Salomón, ocasiono que se sublevara. II Samuel: 15: 1- 12. Murió asesinado a manos de Joab. II Samuel: 18: 9 - 17 

El Perdón


-Una de las razones por la cual debemos perdonar es porqué Jesucristo nos perdono a nosotros primero. I Juan: 4: 10 (También te puede interesar: El Amor Cubre Multitud de Pecados)

-El perdón de Dios no es cualquier cosa sino es la manifestación y demostración del amor de Dios a favor de los hombres.

El perdón de Dios es la eliminación de toda nuestra suciedad y degradación del pasado, presente y futuro. La única razón por la que nuestros pecados pueden ser perdonados es que, en la cruz, Jesucristo pago completamente el castigo de ellos.

-Sin embargo, solo podemos obtener el perdón de ellos si nos postramos a los pies de Jesús llenos de constricción, confesión y arrepentimiento.

- El perdón de Dios crecerá y se hará eficaz cada día en nuestras vidas si aprendemos a perdonar a aquellos que nos ofenden. 



La falta de perdón causa lo siguiente en nuestras vidas: 


*Por la falta de perdón Dios no nos puede perdonar. Mateo: 6. 15

*Cuando traemos nuestra ofrenda y nos acordamos que tenemos algo contra alguien, debemos pedir perdón a la persona contra quien estamos ofendidos. Para Dios el perdón es más importante que la ofrenda. Mateo: 5: 23 - 24

*La falta de perdón produce un corazón malo y rebelde delante de Dios. 

La Reconciliación, resultado de saber perdonar


La reconciliación es el resultado de un corazón que sabe perdonar.

- PRIMERO: Cada persona debe buscar la reconciliación con Dios, esto lo enseña el apóstol Pablo. II Corintios: 5: 19 – 20. Esto se ve reflejado en la parábola del Fariseo y el Publicano. Lucas: 18: 1 – 9. Cuando el hombre se reconcilia con Dios, alcanza y obtiene su Perdón. 
- SEGUNDO: Cada cristiano no debe tener en lo absoluto nada guardado en su corazón contra su prójimo, Jesús nos dijo: Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Ejemplo: La reconciliación de Esaú con Jacob. Génesis: 33: 1 – 10

- TERCERO: La reconciliación produce paz con Dios y con nuestro prójimo

En conclusión, se ha comprobado científicamente, que las personas que guardan resentimiento o recuerdos desagradables, son las más propensas a sufrir enfermedades, si usted es una de ellas, que espera que primero no busca el perdón de Dios y él le dará la fuerza y el valor para perdonar a todos los que le han hecho daño. Dios le hará libre de las cosas del pasado