jueves, 13 de septiembre de 2018
By Iglesia Pentecostal Unida del Perú,Vida Nueva / Posted on septiembre 13, 2018 / No comments
lunes, 10 de septiembre de 2018
By Iglesia Pentecostal Unida del Perú,Vida Nueva / Posted on septiembre 10, 2018 / No comments
LA SANTIDAD CONVIENE EN SU CASA
Santidad es una de las características básicas de nuestro Dios. En referencia a Él, la palabra santidad significa "ABSOLUTA PERFECCIÓN Y PUREZA". Sólo Dios es Santo en sí mismo, y por sí mismo. Pero vemos en las escrituras que ésta palabra también se aplica a personas o cosas que han sido apartadas y dedicadas al servicio del Señor.
La palabra Santidad tiene un significado que con lleva a dos conceptos: uno que es Separación, y otro que es Dedicación.
En el Antiguo Testamento encontramos que el pueblo de Israel santificaba los objetos o personas a través de un rito o culto ordenado por Dios. Sólo Dios puede santificar o declarar santo a algo o a alguien.
Dios es Santo y quiere un pueblo Santo. Levítico 19:2
En el Nuevo Testamento encontramos como Dios declara Santo a un nuevo pueblo, a través de su Palabra, su Sangre y su Espíritu; cuando por la Fe nosotros lo aceptamos y obedecemos.
En el Nuevo Testamento encontramos como Dios declara Santo a un nuevo pueblo, a través de su Palabra, su Sangre y su Espíritu; cuando por la Fe nosotros lo aceptamos y obedecemos.
La Santidad es esencial para la Salvación
Vivir en Santidad es necesario para ver a Dios: Esto es parte del plan de Salvación. Comparemos las siguientes escrituras: Juan 3:3-5 y Hebreos 12:14.
A través del Nuevo Nacimiento, Dios nos ofrece no solo un cambio de vida sino una
´´ Nueva Vida ´´. Una vida separada y dedicada para Dios.
´´ Nueva Vida ´´. Una vida separada y dedicada para Dios.
¿Es necesaria la Separación? Si, es indispensable. El pecado separa al hombre de su Dios, y sólo separándose del pecado se podrá volver a restaurar esa comunión. Dios nos llama a Separarnos 2 Cor 6:17.
Dios nos ha llamado a santificación 1 Tes. 4:7 Separarnos cada día del pecado, renunciar a nuestros propios deseos carnales (deseos mundanos) consagrarnos al Señor, dedicarle nuestras vidas, y obedecer su palabra produce como fruto: La Santificación Rom. 6:22
La voluntad de Dios es nuestra santificación 1 Tes. 4:3
Por esta razón nos ha bautizado con su Espíritu Santo y nos ha dado su palabra que es verdad.
El Espíritu Santo imparte Santidad en nosotros. En la dispensación de la Gracia, Dios escribe sus leyes en nuestros corazones (Jeremías 31:33). Una persona llena del Espíritu Santo, y que se deja guiar por el Espíritu, cada día va perfeccionando su santidad, pues el mismo Espíritu le va enseñando y dando testimonio de que Dios se agrada de su manera de vivir (Juan 14:26).
La Santidad es enseñada por la Biblia, es también enseñada por los pastores y maestros Efesios 4:11-12.
Para vivir en Santidad la Palabra de Dios nos aconseja:
1. No os conformeis a este siglo: en Romanos 12:2, es decir no conformarnos con lo que el mundo establece. No tenemos que seguir la corriente del mundo.
La pregunta no es ¿qué tan cerca podemos vivir del mundo sin pecar?, sino ¿qué tan cerca podemos vivir de Dios firmes y seguros de nuestra salvación?
2. Absteneos de toda especie de mal: en 1 Tesalonicenses 5:22, es decir todo lo que tenga un reflejo del mundo y sus deseos. Todo lo que da una imagen incierta, que de lugar a confusión o equivocación.
Dios quiere un pueblo celoso de lo bueno y que odie lo malo. Salmo 97:10
Y Prov. 8:13 Dios odia el pecado y nosotros también debemos odiarlo (Claramente se entiende que debemos odiar el pecado más no al pecador al cual hay que darle un tratamiento conforme a la palabra de Dios).
Y Prov. 8:13 Dios odia el pecado y nosotros también debemos odiarlo (Claramente se entiende que debemos odiar el pecado más no al pecador al cual hay que darle un tratamiento conforme a la palabra de Dios).
Para obtener victoria en nuestra vida cristiana contra el pecado y vivir en santidad necesitamos entender estas verdades:
1. La Ley del Pecado: Rom. 7:20 Pablo nos dice que la ley del pecado que hay en nosotros es mayor que la ley de Moisés y que la ley de nuestra mente. En otras palabras Pablo esta diciendo que ni la ley, ni nuestra mente podrán vencer la naturaleza pecaminosa que reside en cada hombre. La ley de pecado, también se llama naturaleza pecaminosa, la vieja naturaleza, el viejo hombre, el primer Adán y la carne. Pero hay una ley que es mayor que la ley del pecado, y es la ley del Espíritu (Rom. 8:2).
Sólo por medio de esta ley el hombre puede ser libre de la ley del pecado. Cuando la persona recibe el Espíritu Santo, recibe una nueva naturaleza que no desea pecar, pero que tiene las leyes y los deseos de Dios implantados en ella.
2. Todo aquel que es nacido de Dios no practica el pecado: 1 Juan 3:9. En otras palabras todo aquel que ha nacido de nuevo, no quiere pecar, no le gusta pecar, por lo tanto no práctica el pecado. Pecar y practicar el pecado son dos cosas distintas.
3. Todo aquel que ha nacido de nuevo ha muerto al pecado: Rom. 6:1-6 Nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo a través del arrepentimiento, para que ya no sirvamos al pecado. Estamos muertos al pecado por lo tanto somos libres del pecado.
Así que el consejo de la palabra es: ´´ No reine el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia ´´ Rom. 6:12-13.
Romanos 12:1-2 nos da otra perspectiva de lo que es la Santidad. Debemos vivir una vida de tal manera que sea aceptable a Dios, esto es parte de nuestro culto (adoración) que le debemos tributar a Aquel que nos ha salvado. Vivir en Santidad es una manera de alabar y adorar a nuestro Dios.
La Santidad en su correcta perspectiva
Vivir en Santidad no es una vida de esclavitud a reglas o regulaciones. No se trata solamente de no hacer lo malo, sino de estar dispuestos y alertas a hacer todo lo que agrada al Señor.
Propósito de vivir en Santidad
1. Agradar a Aquel que nos compro a precio de sangre preciosa y mora en nosotros. 1 Cor. 6:19-20
2. Reflejar o proyectar la imagen de Aquel que habita en nosotros, para que otros sean atraídos a Él. Salmo 119:1-2
Para agradar a Dios con lo que hacemos
Necesitamos la Fe (Heb. 11:6). Todos los aspectos de nuestra relación con Dios tienen que ver con la Fe. Por Fe venimos a ÉL, en Fe somos salvos y por Fe vivimos. Santiago 2:17-18 dice: ´´ Así también la Fe, si no tiene obras es muerta en si misma. Pero alguno dirá: Tú tienes Fe y yo tengo obras. Muéstrame tu Fe sin tus obras y yo te mostraré mi Fe por mis obras ´´. La Fe nos guía a la obediencia, así debe ser también en cuanto a nuestra manera de vivir santamente para Dios. La Santidad es resultado de lo que Dios ha hecho y está haciendo en nuestras vidas por la Fe que hemos depositado en Él.
Vivir en Santidad, es vivir en obediencia y la obediencia es la mejor y más importante demostración de amor que podemos darle a Aquel que nos ama (Juan 14:15).
Las actitudes son una base de Santidad en nuestra vida cristiana
Una Correcta actitud es el fundamento para desarrollar una vida en Santidad. El Salmista pidió a Dios: ´´ Crea en mi Oh Dios un Corazón limpio y renueva en Espíritu recto dentro de mí…vuélveme el gozo de tu salvación y espíritu noble me sustente” (Salmo 51:10-12).
La verdadera Santidad comienza en lo interior y se refleja en lo exterior y cubre todos los aspectos de la vida como lo son la naturaleza, los pensamientos, las actitudes, el comportamiento, la conducta y hasta la apariencia.
La verdadera Santidad comienza en lo interior y se refleja en lo exterior y cubre todos los aspectos de la vida como lo son la naturaleza, los pensamientos, las actitudes, el comportamiento, la conducta y hasta la apariencia.
En 1 Pedro 1:13-16 el apóstol nos hace un ´´ Llamamiento a una vida Santa dice...´´ Sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir ´´
Toda nuestra vida y nuestro ser deben estar santificados por nuestra obediencia a la Palabra de Dios.
Pudiéramos decir que La Santidad en nuestro corazón, en nuestros pensamientos y en nuestras actitudes es la ´´ Santidad Interna´´, y la santidad en nuestro comportamiento, conducta y apariencia es la ´´ Santidad Externa ´´.
Pudiéramos decir que La Santidad en nuestro corazón, en nuestros pensamientos y en nuestras actitudes es la ´´ Santidad Interna´´, y la santidad en nuestro comportamiento, conducta y apariencia es la ´´ Santidad Externa ´´.
No hay verdadera Santidad en la Vida del Cristiano cuando su corazón está lleno de amargura, resentimiento, rencor, celos, envidia o altivez. Todo o cualquiera de estas cosas producirá una manera de hablar, de actuar y hasta una apariencia que no refleja a Cristo.
Si examinamos honestamente con la ayuda del Señor miramos en el fondo de nuestro corazón que hay una actitud negativa, entonces todos nuestros esfuerzos (incluyendo este estudio) serian vanos. Pero si podemos traer nuestro corazón a una correcta actitud, hasta sentir un deseo sincero y ferviente de agradar a Dios; entonces el resto de este estudio será solo cuestión de escuchar con los oídos espirituales, para luego ser hacedores de la palabra, practicantes de las enseñanzas y discípulos del buen Maestro que por amor nos ha salvado y cada día nos guía en el camino de la vida eterna.
La Santidad externa: es una proyección de la presencia de Dios en nuestras vidas y de nuestro crecimiento en su conocimiento y en su gracia.
La Santidad en la lengua: nuestra manera de hablar.
De la abundancia del corazón habla la boca Mateo 12:34
No debe:
1. Jurar Mateo 5:34; Santiago 5:12
2. Chismear Proverbios 16:28, 26:20; Tito 3:2; Santiago 4:11
3. Sembrar discordias Proverbios 6:16-19
4. Malas conversaciones Colosenses 3:8; Efesios 4:29
5. Maldiciones Romanos 12:14; Efesios 4:31
Debe:
1. Sí, sí, No, no Mateo 5:36-37
2. Restaurar Gálatas 6:1
3. Dar gracias Efesios 5:19-20
4. Hablar para edificar Efesios 4:29
5. Bendecid Romanos 12:14; Mateo 5:44
La Santidad en nuestros ojos: los ojos son la ventana del alma, la luz del cuerpo. Los ojos son los órganos sensoriales que más información llevan al cerebro. Toda imagen que el hombre ve queda grabada en el cerebro. Lo que el hombre ve y oye determina su pensamiento y según su pensamiento tal es él (Prov. 23:7).
Lo que el hombre ve tiene una influencia poderosa en su pensamiento. Los psicólogos dicen que el 90% de nuestros pensamientos son estimulados por la vista. Por esto el Señor dijo que según la condición de nuestros ojos será la condición de todo nuestro cuerpo (San Mateo 6:22-23)
Muchas tentaciones se nos presentan a través de los ojos. Ejemplos Eva vio y codició, tomó y pecó. David vio y codició, tomó y pecó. Acán vio y codició, tomó y pecó.
Satanás sabe que puede alcanzar nuestra mente y nuestra alma fácilmente a través de los ojos. Pero el Señor promete bendición para el que guarda sus ojos de la tentación (Isaías 33:15-17)
Ahora bien hay muchas situaciones sobre las cuales no tenemos control, pero si hemos aprendido a disciplinar los ojos serán tentaciones que pronto serán resistidas. Sin embargo hay en nuestra sociedad tres medio sobre los cuales SI tenemos control y son: literatura impresa, cine y televisión.
Literatura: La lectura es un buen hábito de educación para el hombre, pero no todos los libros son buenos. Hay novelas que se basan en sexo, triángulos de amor, palabras vulgares, pornografía, magazines con confesiones íntimas o escándalos. San Mateo 5:8 dice que los de limpio corazón verán a Dios, pero no se puede tener un corazón limpio leyendo esta literatura. Hechos 19:19 es un ejemplo de la reacción de nuevo convertido que ha nacido de nuevo.
Una nueva manera de saber que es bueno, es preguntarse que clase de pensamientos, o meditación trae a mí esta lectura
Televisión y cine: son las armas más poderosas que Satanás ha estado usando para corromper la humanidad. Los dos tópicos más enfatizados en ellas son el sexo y la violencia. Ellas representan y crean una generación que se va depravando cada vez más.
¿Cómo afecta la televisión al cristiano? La persona que se sienta frente a ella es bombardeada por esta escenas y comportamientos que van de los ojos a la mente. El cristiano comienza resistiendo, pero va disminuyendo, y la mente es constantemente estimulada a pecar; y de ver constantemente la misma escena o comportamiento llega a parecerle normal al punto de practicarla.
1. La televisión no construye ni edifica una vida cristiana.
2. Viendo ciertas escenas, subconscientemente se asume que toda la sociedad es así, y esto desarrolla una actitud permisiva que excusa al pecado ``todo el mundo lo hace´´.
3. Es un medio de escape que te saca de la realidad
4. Entretiene al hombre carnal y alimenta los deseos de la carne.
5. Le hace perder lo mas valioso que el hombre posee ``el tiempo´´ pues se convierte en una adicción. Efesios 5:16; Colosenses 4:5 son mandatos del Señor.
Santidad en nuestra manera de vestir
Nuestra apariencia externa no es la base de nuestra santidad pero no deja de ser un elemento muy importante en nuestra vida cristiana, pues es un reflejo de lo interno.
Nuestra manera de lucir incluye el vestido, el peinado y los adornos.
El vestido refleja ``la moral y el buen sentido´´
1 Timoteo 2:9-10... Así mismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa... con pudor y modestia.
El pudor refleja la moral y significa decencia y castidad.
Es una virtud que casi no se haya hoy en nuestro mundo es un valor que se ha perdido. Es una vergüenza natural o innata que debe tener la mujer de enseñar su cuerpo. En otras palabras el consejo del apóstol Pabló a las mujeres en este pasaje es que se vistan con ropa que cubran bien el cuerpo.
Que tengan vergüenza ``Pudor ´´ al vestirse.
Una vestimenta descubierta indica la presencia de un espíritu sensual, un deseo de llamar la atención sobre el sexo opuesto y hace una invitación al pecado. Vistamos de una manera tal que no quedemos expuestos a miradas de codicia, y aun a una segunda mirada con la cual ya peca no sólo el que miró sino también el cuerpo que provoca la lascivia. San Mateo 18:7 da un ¡ay! A los hombres que son de tropiezo, en este versículo la palabra “hombres” incluye también a las mujeres. San Mateo 13:40 y 18:6 también habla de los que hacen tropezar.
Nuestra manera de lucir incluye el vestido, el peinado y los adornos.
El vestido refleja ``la moral y el buen sentido´´
1 Timoteo 2:9-10... Así mismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa... con pudor y modestia.
El pudor refleja la moral y significa decencia y castidad.
Es una virtud que casi no se haya hoy en nuestro mundo es un valor que se ha perdido. Es una vergüenza natural o innata que debe tener la mujer de enseñar su cuerpo. En otras palabras el consejo del apóstol Pabló a las mujeres en este pasaje es que se vistan con ropa que cubran bien el cuerpo.
Que tengan vergüenza ``Pudor ´´ al vestirse.
Una vestimenta descubierta indica la presencia de un espíritu sensual, un deseo de llamar la atención sobre el sexo opuesto y hace una invitación al pecado. Vistamos de una manera tal que no quedemos expuestos a miradas de codicia, y aun a una segunda mirada con la cual ya peca no sólo el que miró sino también el cuerpo que provoca la lascivia. San Mateo 18:7 da un ¡ay! A los hombres que son de tropiezo, en este versículo la palabra “hombres” incluye también a las mujeres. San Mateo 13:40 y 18:6 también habla de los que hacen tropezar.
La ropa decorosa tiene que ser bien examinada. Fíjese en los cuellos, las mangas, que no sean muy escotadas, el largo del traje que no muestre las piernas, las aberturas de las faldas, estilos apretados o telas transparentes que traslucen la figura y la forma del cuerpo.
La modestia es señal de buen sentido y sabiduría: significa ser moderada justa, considerada. La modestia es una buena representante de la humildad. Dios odia el orgullo, la vanagloria y la altivez. El no aprueba ninguna apariencia pretenciosa y ostentosa. Estilos diseñados para satisfacer el ego no son agradables delante de Dios y no nos conviene a nosotros. El lujo y el costo están asociados con la vanidad. La obra de Dios sufre cuando tienen necesidades financieras y sus santos están gastando su dinero sin moderación.
En cuanto al vestido Dios también ha establecido una distinción entre los sexos. Entre el hombre y la mujer hay diferencias no solo biológicas, si no también mentales y emocionales. Dios ha establecido ciertos métodos sociales para mantener esta distinción. Esto es importante para Dios pues él ha diseñado diferentes papeles para el hombre y la mujer. Esto ha sido violado por medio del vestuario UNISEX.
Deuteronomio 22:5 se aplica también para hoy pues, es parte de la ley moral y Dios especifico que es una abominación a Él. Mal. 3:6 Dios no acepta los afeminados (1 Cor. 6:9) y en esto vemos que ÉL quiere que guardemos la diferencia. Es claro que en nuestra cultura el pantalón esta asociado con el vestir del hombre y las faldas o vestidos con el vestir de la mujer.
No hace muchos años atrás era incorrecto que la mujer usara pantalones. Fue hasta después de la segunda guerra mundial cuando la mujer salió de su posición de ama de casa para trabajar en las fábricas por la ausencia de su esposo. En este tiempo comenzó la nueva era para la mujer la cual ha promovido negativamente al movimiento ``liberación femenina ´´ una liberación que no es otra cosa que una rebeldía y protesta al plan de Dios para ellas.
El pantalón en el cuerpo de la mujer delinea su figura, marcando de una manera vulgar sus partes íntimas y dando lugar a la codicia por parte de los hombres lo cual es tropiezo.
El peinado o arreglo sencillo del pelo para dar gracia a la mujer:
La Palabra nos recomienda `` no peinados ostentosos ´´ 1 Timoteo 2:9; 1 Pedro 3:3.
Lo contrario de peinados ostentosos son peinados sencillos.
La mujer debe peinarse bien, haciéndose peinados sencillos por que su pelo es su gloria. Dios nos manda a dejarnos crecer el cabello porque esto es honroso, es decir la mujer que se deja crecer el cabello es honrada. Es honrada por Dios, por los Ángeles, por los justos y temerosos de Dios, porque por medio de su obediencia se esta sometiendo a Dios y a su esposo. La mujer no debe orar (presentarse a Dios) con la cabeza descubierta. Pero Dios le ha dado su cabello en lugar de velo. 1 Cor 11:13-16.
Lo contrario de peinados ostentosos son peinados sencillos.
La mujer debe peinarse bien, haciéndose peinados sencillos por que su pelo es su gloria. Dios nos manda a dejarnos crecer el cabello porque esto es honroso, es decir la mujer que se deja crecer el cabello es honrada. Es honrada por Dios, por los Ángeles, por los justos y temerosos de Dios, porque por medio de su obediencia se esta sometiendo a Dios y a su esposo. La mujer no debe orar (presentarse a Dios) con la cabeza descubierta. Pero Dios le ha dado su cabello en lugar de velo. 1 Cor 11:13-16.
El propósito de nuestro pelo es ´´ Gloria ´´ no ´´ Vanagloria ´´; no debemos lucirlo con otros propósitos como por ejemplo vanidad, provocar o atraer. El pelo largo bien recogido, bien arreglado da gracia y gloria a la mujer. Usted podrá estar bien vestida, pero si no esta bien peinada no dará la misma impresión que cuando esta bien vestida y bien peinada.
También el arreglo de nuestro pelo refleja otras cosas como actitudes y estado de ánimo. ´´ No debemos quejarnos de nuestro pelo ´´
La historia también nos dice que la práctica de cortarse el pelo por encima de los hombros entró en nuestra sociedad durante la Segunda Guerra Mundial.
Los adornos de perlas, oro o plata; es decir, la joyas no son adornos para la mujer cristiana
Las joyas son adornos que alimentan la vanidad. Las Escrituras nos enseñan por todas partes sobre la humildad y la moderación y nos exhortan acerca de la vanidad y la soberbia. La vanidad de adornarse con joyas esta descrita en Isaías 3:16-26.
El pueblo de Israel se había envanecido y el Señor dijo que les quitaría todos sus adornos para despojarlos del orgullo. Cuando Jacob subió a Betel, aconsejo a su familia a despojarse de los dioses falsos y de los aretes Gen 35:2-4. El oro es un elemento mineral que representa atributos divinos. Por esto se uso el tabernáculo. Cuando Dios saco a Israel de Egipto, los egipcios les dieron muchas de sus riquezas. Pero el propósito de Dios era que se usaran después en la construcción del tabernáculo.
El pueblo hizo con ellas un becerro y eso trajo juicio de destrucción. Así que el oro, plata, perlas preciosas y otros elementos de esta naturaleza se han de usar para la Gloria de Dios, no para la gloria del hombre.
El maquillaje "otra forma de adornar"
El maquillaje acentúa la sensualidad para atraer al sexo opuesto. En la Palabra de Dios y también históricamente la pintura esta asociada con la seducción y la prostitución. La práctica de pintar las pestañas fue introducida en Egipto en el año 3000 A.C. Por esto el sabio Salomón dando consejo a sus hijos para no caer en manos de la mujer extraña decía: Prov. 6:25 ´´ No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos ´´; fijémonos como Jezabel usó la pintura con el propósito de seducir al profeta 2 Reyes 9:30. Pero las mujeres de Dios hacen todo lo contrario como Esther. Est 2:13-15. Cuando el pueblo de Dios ´´ su amada ´´ lo dejó por otros dioses, Dios lo comparó con una prostituta que usa maquillaje para atraer a sus amantes. Ezequiel 23:36-44. En Jer. 3:3 dice el Señor: Te has mostrado como una prostituta, y no has querido avergonzarte. De estos 2 versículos podemos desprender que para el Señor el maquillaje en una mujer se relaciona con prácticas de prostitución.
Según la enciclopedia Británica, fue después de la Segunda Guerra Mundial ésta práctica venció la oposición y gradualmente fue aceptada por la sociedad. Antes de esto estaba relacionada con la prostitución.
Según la enciclopedia Británica, fue después de la Segunda Guerra Mundial ésta práctica venció la oposición y gradualmente fue aceptada por la sociedad. Antes de esto estaba relacionada con la prostitución.
El tinte en el cabello
La palabra de Dios no hace una mención directa sobre ésta forma de maquillaje, sin embargo aun podemos determinar si ésto es agradable a Dios o no por la misma palabra. Algunas mujeres en la Iglesia resisten al hecho de dejar que se le vean las canas por cuestiones estéticas según afirman, sin embargo podemos decir que una persona que se tiñe el cabello está mostrándose o presentándose tal como NO es, es decir, no es transparente, presenta algo que parece pero en realidad no es...¿saben a que se asemeja algo que parece pero que en realidad no es? Exactamente a una mentira, a una falsedad. Sabemos que las mujeres cristianas aman la verdad y la practican, son transparentes y consideran que las canas son honra según lo expresa Levítico 19:32. Cómo cristianos conocemos que le ocurrirá a los mentirosos (Apoc. 21:8).
También teñirse el cabello es una forma de ser de tropiezo para otras muchachas en el camino del Señor. Hoy en día las muchachas del mundo se pintan el cabello de diversos colores: rojo, morado, azul, verde y así llegan a la Iglesia... suponga usted que a ella le empieza a agradar el evangelio pero a ella le encanta el color de cabello morado, ¿con qué autoridad le dirá usted no se tiña el cabello de morado si usted se lo pinta de negro o amarillo? ¿hay alguna diferencia establecida por el color escogido? el acto de engañar es el mismo.
El atavío que nos recomienda la palabra
Los esfuerzos de la mujer cristiana deben ser ataviar su corazón y su espíritu. En otra ocasión la Palabra nos manda ´´ Vestíos con amor que es el vinculo perfecto ´´(Col. 3:14). Debemos procurar este atavío interno que produce buenas obras y que nos hace actuar y lucir como ´´ Hijos de la Luz ´´.
Dios nos promete hermosearnos con su Salvación. No hay otra cosa que de más belleza al ser humano que el amor, el gozo y la paz de Dios reflejado en unos ojos bien despiertos y llenos de vida.`` El corazón alegre hermosea el rostro ´´ (Prov. 15:13). Esta es la verdadera hermosura la que proviene de un corazón limpio de amarguras y agradecidos con su Dios. La otra hermosura que proviene de cosas externas es artificial, superficial, es vana. Proverbios 31:30 `` Engañosa es la gracia y vana la hermosura la mujer que teme a Jehová esa será alabada ´´ pero La Hermosura de La Santidad es la verdadera hermosura. De ella podemos participar.
El Señor viene a presentarse a si mismo una Iglesia Gloriosa, que no tiene mancha ni arruga, ni cosa semejante, si no que es santa y sin mancha de rebeldía y de desobediencia. Una Iglesia que se ha sometido a ÉL y a su Palabra de Amor. Gloriosa será el anuncio de nuestra entrada al cielo. Apocalipsis 19:7-8.
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